Holanda detiene a dos sospechosos por el caso de los huevos contaminados
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*La policía lanza redadas en Holanda y Bélgica contra los responsables del fraude del pesticida fipronil
10/08/2017-Madrid-El País
La policía busca nuevas evidencias en torno al caso de los huevos contaminados. Las fuerzas de seguridad de Bélgica y Holanda, los dos países más afectados por la crisis alimentaria, han emprendido este jueves una operación coordinada con el registro de varias empresas que comercializan fipronil, el insecticida origen del problema. La redada se ha saldado en Holanda con dos sospechosos detenidos por su presunta participación en el fraude. "Se trata de dos dirigentes de la empresa que supuestamente ha aplicado el producto en granjas avícolas", ha afirmado a France Presse una portavoz de la Fiscalía holandesa. La compañía holandesa Chickfriend y su proveedor belga Poultry-Vision estaban bajo la lupa de las autoridades por su implicación en los hechos.
La Fiscalía de Amberes, a cargo del caso, ha indicado que durante la operación se han registrado 11 inmuebles en Bélgica, y maneja una lista de 26 sospechosos. Además, informó de que el mes pasado se incautó de 6.000 litros de productos prohibidos de una empresa belga, cuyo nombre no menciona. "Nos tomamos muy seriamente los hechos, vista su gravedad, su amplitud, su carácter organizado y su contexto internacional", ha advertido el organismo en un comunicado publicado esta tarde. "Añadir productos prohibidos a otros utilizados en la industria alimentaria por interés económico pone en peligro la seguridad alimentaria y daña la confianza del consumidor", ha agregado.
Millones de huevos han sido retirados del mercado y desechados posteriormente después de que se descubriera que centenares de granjas utilizaron el pesticida, empleado usualmente para matar piojos y pulgas de animales domésticos pero prohibido en aquellos destinados a la alimentación. Holanda, que ha sacrificado a miles de aves, también investiga si el insecticida ha afectado a la carne de pollo a la venta.
Según la lista de la Comisión Europea, los 16 países que han detectado huevos sospechosos de estar contaminados son Bélgica, Holanda, Alemania, Suecia, Suiza, Reino Unido, Francia, Austria, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Dinamarca, Eslovenia, Irlanda, Hong Kong y Luxemburgo, el último en unirse a la lista. Las autoridades luxemburguesas señalaron que varios comercios y cadenas de supermercados han retirado de la venta mercancía en la que se detectó la presencia de fipronil, aunque en dosis muy bajas. La crisis alimentaria no deja de ganar dimensión conforme pasan los días. Este jueves, la agencia alimentaria británica ha informado de que Reino Unido ha importado unos 700.000 huevos contaminados, en lugar de los 21.000 que anunció inicialmente. Aún así, los responsables de seguridad alimentaria británicos han querido tranquilizar a la población al señalar que la cifra representa solo el 0,007% de los huevos que se consumen en el país en un año.
Cruce de acusaciones
Holanda y Bélgica están sumando esfuerzos en la investigación después de la polémica que les ha enfrentado en los últimos días en torno a la falta de celeridad en avisar a los socios europeos del descubrimiento de los huevos contaminados. Bélgica no dio la alerta hasta el 20 de julio, un mes y medio después de conocer el problema, pero acusa a Holanda de tener constancia desde noviembre del año pasado. Esa falta de coordinación ha generado desconfianza entre los países afectados. El ministro alemán de Agricultura, Christian Schmidt, cargó contra Bélgica por no haber compartido la información, mientras que su homólogo francés, Stéphane Travert, criticó que el retraso en la comunicación impidió atajar el problema antes, y reclamó agilizar los intercambios entre países de la UE.
La Organización Mundial de la Salud califica el consumo de huevos contaminados con fipronil de "moderadamente peligroso", y aunque las autoridades sanitarias consideran el riesgo para la salud como mínimo, en caso de ser ingerido en dosis altas puede causar vértigos, náuseas, vómitos, y en el peor de los casos, daños a hígado, tiroides y riñones.
La crisis salió a la luz la pasada semana en Holanda, donde se localizó una concentración inusualmente elevada del pesticida en 28 remesas de huevos y el Gobierno aconsejó de inmediato a la población interrumpir su consumo.
Fuente: https://elpais.com/internacional/2017/08/10/actualidad/1502362354_650745.html