Reconoce CEESP salud de las finanzas públicas y niveles prudentes de déficit y endeudamiento públicos
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06/09/2021-Xalapa, Ver.-Reportacero
De acuerdo con el Análisis Económico Ejecutivo del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, CEESP, al 6 de septiembre destaca la salud de las finanzas públicas en lo agregado, al tiempo que se observan niveles prudentes de déficit y endeudamiento públicos.
Sin embargo, la composición del gasto público no ha sido la adecuada y hay dudas sobre la sostenibilidad de los ingresos.
La economía y las políticas públicas han mostrado fragilidad en varios frentes como crecimiento e inversión, empleo, efectividad de la política social, manejo de la pandemia y seguridad pública.
Varios puntos señalados por el presidente en su discurso en ocasión del 3er informe de gobierno son inexactos, no comprobables y hasta falsos.
Ello genera confusión, descalifica la estadística profesional y neutra y puede actuar contra la inversión, aunque quizá abona a los intereses políticos de la administración.
LA ECONOMÍA EN LOS PRIMEROS TRES AÑOS DE GOBIERNO
En ocasión del tercer informe de gobierno, conviene hacer un recuento de la evolución de la economía en estos casi tres años de gobierno, independientemente de los avances señalados por el Presidente, varios de ellos no comprobables con cifras duras o disponibles, aunque si se hace referencia a algunos.
Estabilidad y finanzas públicas
Hasta ahora, uno de los aspectos más favorables en los tres años ha sido la estabilidad macroeconómica. La inflación se ha mantenido bajo control -a pesar de sus repuntes recientes-, el tipo de cambio ha mostrado gran estabilidad y el gobierno ha conservado acceso a los mercados de capitales en relativamente buenas condiciones.
Es muy probable que a nivel agregado la salud de las finanzas públicas, que no muestran desequilibrios preocupantes, influya positivamente en la estabilidad observada, como lo implicó el presidente en su discurso. De hecho, el logro más relevante es no haber elevado excesivamente el endeudamiento público como proporción del producto interno bruto, aunque hay que aclarar que sí ha habido nueva deuda pública .
Junto al equilibrio financiero en su estructura, las finanzas públicas han mostrado ineficiencia en cuanto a la asignación de gasto y señales de debilidad por el lado de los ingresos.
El gasto público se ha guiado por los planes originales (proyectos de inversión y programas sociales) de 2018-2019, que no se han modificado ante condiciones supervinientes muy graves para la población, asociadas a la (impredecible) pandemia más importante y con los peores efectos de la historia global relevante.
La estructura del gasto no cambió ante esa situación, no se llevaron a cabo programas especiales para defender a la población, empresas y empleos de la calamidad, el gasto en salud se elevó de manera magra y su gestión ha sido muy deficiente . Ello ha provocado el sufrimiento en los hogares (vidas perdidas) y el cierre de negocios (muertes de empresas) a niveles innecesarios, con la consecuente pérdida de empleos e inversión.
Resalta la asignación de los recursos a los programas insignia del actual gobierno con un beneficio social a corto plazo que, como se ha argumentado antes en este espacio, es probable que aporten poco al bienestar social y al crecimiento económico a la larga. Los programas sociales han sido vía transferencias incondicionadas, puramente asistenciales que, si bien representan ingresos presentes para las familias y seguramente son bienvenidos, carecen de mecanismos o incentivos para romper los ciclos de preservación de la pobreza.
Los proyectos de inversión prioritarios para la administración como el tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía continúan absorbiendo una buena cantidad de recurso sin señales de su rentabilidad social. Tan solo en 2021 estos tres proyectos representaron el 15% del total de la inversión física aprobada.
En los primeros tres años del sexenio, los ingresos recurrentes del sector público no muestran mejoras significativas. La recaudación tributaria creció 0.9% y 0.8% en 2019 y en 2020, respectivamente. Esto último en medio de la fuerte contracción y como consecuencia del esfuerzo especial del SAT en el cobro de créditos fiscales a grandes contribuyentes. Hasta julio de este año se observa un avance anual de 2.3%, que se debe principalmente al repunte de 12.6% en la recaudación por concepto de IVA tras la reanimación paulatina del consumo y las importaciones.
El punto es que el desempeño positivo de los ingresos tributarios ha sido causado principalmente por factores transitorios y se estima que su sostenibilidad hacia futuro no es sólida.
Crecimiento económico e inversión
En materia de crecimiento económico el presidente fue muy optimista al considerar que la economía está en plena recuperación. El gobierno señala que la expectativa de crecimiento para el presente año es de 6.0%. Sin embargo, aun cuando esto suceda, este rebote -natural después de una caída profunda- será insuficiente para recuperar lo perdido durante el 2020.
Pero es cierto que la economía si da señales de retomar su nivel, aunque no un ritmo de crecimiento deseable, lo que se refleja en una corrección, aunque modesta, del pronóstico de crecimiento para el presente año para ubicarlo nuevamente poco por debajo del 6.0%.
Sin embargo, en cuanto al desempeño de la economía en los primeros tres años de la administración lo relevante es que el PIB se redujo en 3% en los diez primeros trimestres de la administración, hasta el segundo de este año. Cabe subrayar que, si bien es cierto que la economía se vio fuertemente afectada por la pandemia, la caída previa a la misma fue más significativa que la posterior.
La reducción del PIB en los primeros cinco trimestres del sexenio, hasta el primero de 2020, previo a la pandemia, acumuló 1.8%. Subsecuentemente, en los siguientes cinco trimestres hasta el segundo de este año, en plena pandemia, la caída del PIB fue menor, de 1.2%.
Como se ha señalado en este espacio, el crecimiento de la economía está cercanamente relacionado con la evolución de la inversión. Ésta cayó de manera pronunciada cuando se suscitó una notable incertidumbre a partir de los resultados del proceso electoral y posteriormente a las decisiones que tomo el Ejecutivo y el Congreso, que incidieron negativamente en los niveles de confianza de los inversionistas. Y todo esto previo a la pandemia.
Cifras de oferta y demanda de Cuentas Nacionales muestran que en los primeros cinco trimestres del sexenio la disminución de la inversión privada (-7.3%) fue mayor a la de los siguientes cuatro trimestres (-4.8 en el periodo de pandemia).
Por su parte, el indicador de la inversión fija bruta arroja una caída de 7.4% desde el comienzo de este gobierno hasta mayo pasado. Pero hasta antes de brote del SARS COV 2 ya había declinado en 5.5%.
El discurso del informe del presidente no mencionó la inversión total, ni la evolución de cuentas nacionales. Simplemente aseveró que la inversión extranjera directa (IED) registró récord histórico en el primer semestre de 2021. Ello es inexacto en el mejor de los casos, ya que esos datos son preliminares aún y normalmente se ajustan al paso del tiempo. Si la cifra se compara con la corregida del mismo lapso del 2020, como se hace en la información de la balanza de pagos, la IED refleja una caída de 23.2% (aunque hay que tomar en cuenta que la comparación de cifras preliminares con revisadas tiene problemas) .
Empleo
La fragilidad de la actividad productiva y de la inversión en la primera parte de este gobierno, se ha traducido en una mayor dificultad para generar nuevos puestos de trabajo formales.
De acuerdo con las cifras de afiliados al IMSS, hasta julio del presente año el empleo formal en el sexenio declinó en 166 mil trabajadores. Obviamente esta reducción es muy aguda para 32 meses respecto a cualquier estándar . Durante la pandemia, de marzo 2020 a julio 2021, el empleo formal cayó en 322 mil trabajadores, pero antes ya el desempeño en este gobierno era deficiente: entre noviembre 2018 y febrero de 2020 los nuevos registros de trabajadores alcanzaron sólo 155 mil. Finalmente, cabe apuntar que en los primeros siete meses del 2021 se han recuperado 518 mil rempleos formales.
En abril del 2020 el presidente anticipó la creación de dos millones de empleos en los siguientes 9 meses. Por el contrario, en ese lapso se perdieron 709 mil registros, y a la fecha dicha meta está muy alejada de la realidad.
Al considerar los datos de la ENOE, a julio del presente año se recuperaron los 13 millones de empleos que se perdieron por la pandemia. Incluso la población ocupada es 700 mil más elevada que en febrero del 2020. Sin embargo, la mayor parte de estos empleos (el 70%) se generaron en la economía informal, lo que es, al menos en parte, consecuencia de la ausencia de políticas temporales de apoyo a las empresas formales.
Visto desde otra perspectiva, la ENOE implica que 2.3 millones de personas que trabajaban en febrero de 2020, no lo hacían en julio pasado; ello entre más desempleados (que buscan empleo sin encontrarlo) y disponibles, que dejaron de participar en la población económicamente activa pero que expresan su deseo de trabajar.
Efectividad de la política social y pobreza
El presidente afirmó que gracias a las remesas y aunadas a recursos que se destinan del presupuesto público a los distintos programas de bienestar, “es la esencia de nuestra estrategia para enfrentar la crisis; en otras palabras, con esta inyección rápida y directa de recursos a las familias, se ha fortalecido la capacidad de compra o de consumo de la gente y con ello se ha podido reactivar pronto la economía”.
Por su parte, los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) que publica el INEGI y de las estimaciones de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) ofrecen una idea de los impactos severos del deterioro de la economía desde antes de la pandemia y durante la misma sobre el bienestar de los hogares.
Se puede inferir que la efectividad de la política social ha sido deficiente y ha representado más un golpe que un beneficio a la mayoría de los hogares de menores ingresos, al volverse más regresiva en 2020 respecto a 2018 .
De 2018 a 2020 la población en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones de personas, mientras que la población en pobreza extremas creció en 2.1 millones.
Se ha dicho que los efectos de la emergencia sanitaria en la pobreza pudieron haber sido peores. Pero ante la ausencia de un contrafactual, también se puede pensar que pudieron haber sido menos devastadores. Esto último, considerando la ausencia de apoyos a los trabajadores de los sectores formal e informal y a las empresas pequeñas y medianas, especialmente diseñados para mitigar los efectos de dicha emergencia. Efectivamente, una cantidad importante de unidades productivas cerraron actividades y desaparecieron.
Las cifras del Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 elaborado por el INEGI, reportan la pérdida neta de 391 mil establecimientos, casi el 9% del universo total, lo que resultó en una pérdida considerable de empleos y el deterioro de bienestar de los hogares.
Congruentemente con lo anterior, los resultados de la ENIGH indican que el ingreso corriente total de los hogares se redujo 5.8% real entre 2018 y 2020 y el ingreso por trabajo, que representa el 63.8% del total, se contrajo 10.7%.
El presidente en su discurso en ocasión del informe de gobierno dijo que el 70% de los hogares reciben algún apoyo de los programas sociales y que el distribuido mediante los mismos se incrementó sustancialmente. Esto último es cierto de acuerdo con la ENIGH. No obstante, la misma encuesta indica que el porcentaje de hogares que recibe el beneficio de programas del gobierno fue solo el 29.7% en 2020.
En todo caso, los apoyos fueron recibidos en mayor proporción por los menos necesitados con relación a 2018. Así, el ingreso promedio trimestral de los hogares por concepto de beneficios provenientes de programas gubernamentales en los cinco deciles de mayores ingresos aumentó 114.0% real, en tanto que el de los cinco deciles más pobres creció solo 17.0%.
Dentro de las 6 carencias que inciden en la pobreza de acuerdo con el Coneval, destaca la de servicios de Salud, que se incrementó sensiblemente entre 2018 y 2020 y ello fue una de las principales razones del aumento de la pobreza en ese lapso.
El desmantelamiento del seguro popular y la precipitada puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), así como los fracasos en los intentos de compra de medicamentos de manera centralizada ha tenido graves consecuencias el acceso a la Salud, especialmente de la población de menores ingresos.
Las cifras del CONEVAL muestran que en 2018 el seguro popular daba cobertura al 42.1% de la población, mientras que en 2020 el INSABI solo cubría al 26.9%, es decir 18 millones de personas menos. Y el desabasto y escasez de medicinas son evidentes . No extraña pues que el gasto de los hogares que se redujo en la gran mayoría de rubros entre 2018 y 2020, aumentó 40% en Salud.
Manejo de la Pandemia
Es claro que la capacidad del sector salud ha sido deficiente ante la profundidad de la emergencia sanitaria. De hecho, la posibilidad de controlar la pandemia por Covid-19 no ha estado cerca, a pesar de la opinión reiterada por las autoridades en ese sentido.
El presidente aseguró en su discurso relativo al Informe que “El que tengamos menos hospitalizados y, sobre todo, el que se haya reducido considerablemente el índice de letalidad, es decir, que haya menos fallecimientos entre las personas contagiadas, resulta un logro humano muy importante, pero también un indicador para la normalización de la actividad educativa, productiva y social del país”.
Sin embargo, el Coronavirus Resource Center, de la Universidad Johns Hopkins, fuente especializada y obligada en materia de información internacional sobre la evolución del Covid-19 indica que, en una muestra de 162 países, desde el comienzo de la pandemia hasta el 1 de septiembre el índice de letalidad de México es de 7.7%, solamente detrás de Perú (9.2%) y Yemen. A manera de comparación, en EEUU es de 1.6%, en España de 1.7% y en Brasil 2.8%.
La letalidad efectivamente ha caído en México. En los últimos 28 días la tasa ha sido 3.8%. Pero naturalmente eso ha pasado en todas partes. En ese lapso fue de 0.7% en EEUU, 0.8% en España y 2.8% en Brasil.
La letalidad en México está y continúa estando muy por encima de la mayoría de los países.
En términos de vacunación México muestra un desempeño mediocre; solo 26.9% de la población está vacunada completamente, cifra por debajo del promedio de todos los países de la muestra y que contrasta con el 53.3% en EEUU, el 70.9% en España y 30.1%% en Brasil:
Seguridad pública
Un tema de constante preocupación y desafortunadamente poca atención por su importancia es la seguridad pública. Información anecdótica abundante refleja constantes delitos y clara impunidad.
En su informe, el presidente señaló que gracias a un trabajo perseverante, “En el tiempo que llevamos en el gobierno se redujo el robo de combustibles, el llamado huachicol, en 95 por ciento, los homicidios en 0.5 por ciento, el robo de vehículos en 28 por ciento, el secuestro en 18 por ciento y así en casi todos los delitos del fuero común y federal.
En suma, de 11 delitos considerados como de mayor impacto, sólo tres han presentado aumentos: el feminicidio que creció en 13 por ciento y que posiblemente, reitero, antes no se clasificaba como ahora; la extorsión, que aumentó en 28 por ciento; y el robo en transporte público individual, que creció 12 por ciento”.
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que en 2019 el total de delitos ascendió a 2.1 millones, 4.1% más que en 2018, y que en 2020 el total de delitos disminuyó en 11.1%. Pero no es difícil concluir que en este resultado influyó de manera determinante la pronunciada reducción de la actividad y movilidad en el confinamiento sanitario, que inhibió la comisión de delitos. Claramente, las condiciones extraordinarias en el país propiciaron sesgos en los resultados.
La verdad es que los resultados en seguridad pública de la primera mitad de este gobierno no son satisfactorios. Basta señalar que el total de delitos en este periodo sumó 5.1 millones, cifra superior a los periodos equivalentes de las dos administraciones anteriores: 4.2 y 4.3 millones.
Por su parte los homicidios dolosos sumaron 75,092 en los tres primeros años de este gobierno. Cifra muy superior a las equivalentes para los gobiernos de Calderón, 32,326, y de Peña Nieto, 43,176.
Otros aspectos del discurso presidencial en ocasión del tercer informe de gobierno
Ciertamente, todos los presidentes hacen énfasis en los aspectos positivos de su administración. Pero también es cierto que es válido y hasta obligado que los analistas, como este centro, señalen sesgos, incongruencias, inexactitudes, puntos no comprobables y hasta falsedades en su caso.
En materia de crecimiento de la economía, el presidente solo mencionó la estimación para el presente año (6%), sin considerar su evolución actual, pero si se dio la oportunidad de decir: “Aprovecho para recapitular: récord histórico en remesas, récord histórico en inversión extranjera, récord histórico en incremento al salario mínimo, récord histórico en no devaluación del peso, récord histórico en no incremento de deuda, récord histórico en aumento del índice de la Bolsa de Valores, récord histórico en las reservas del Banco de México“.
En su mayoría la evolución de estos indicadores no responde a políticas económicas internas adecuadas, por lo que no se puede atribuir al gobierno actual su evolución favorable. Las remesas responden principalmente a la diferencia de ingresos entre familias relacionadas en México y en EEUU, que se amplió significativamente con los programas de apoyo para la mitigación de los efectos de la pandemia en ese país y a la falta de los mismos y el aumento de la pobreza en México.
En la ausencia de intervención del banco central en el mercado cambiario, las reservas internacionales no tienen por qué variar salvo por circunstancias particulares. El elevado nivel relativo de las tasas de interés del peso propicia la estabilidad del tipo de cambio, en un mercado global en el que la moneda mexicana es ampliamente comerciada en inversiones financieras.
En la evolución de la deuda pública no está claro a qué se refirió el presidente ya que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, la definición más amplia de la deuda pública ha aumentado en 1.9 billones de pesos en lo que va del sexenio, lo que equivale a casi 4.8 puntos del PIB.
Un tema en el que ha insistido el actual gobierno es el éxito en el combate a la corrupción, en el que se incluye su tipificación como delito grave. Pero la percepción en esa línea no parece coincidir con el optimismo oficial.
Aunque los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas (ENCRIGE) levantada en 2020 señalan que aun cuando el porcentaje de unidades económicas que consideran frecuentes los actos de corrupción entre los servidores públicos se redujo respecto a 2016, casi tres cuartas partes de ellas siguen reportando este problema. Entre las principales manifestaciones de la corrupción están los pagos para agilizar trámites y evitar multas o sanciones o la clausura del establecimiento.
Sin duda la pandemia ha contribuido a la reversión de años de progreso en varios frentes de la economía y el desarrollo social. Pero las políticas públicas de la administración no han contribuido como podrían hacerlo. En este entorno, el gobierno necesita gastar de forma más inteligente y menos ideológica. Más eficiente social y económicamente. No con fines exclusivamente electorales. Una prioridad debe ser fortalecer cuanto antes la salud pública y reestablecer el servicio de salud a todos aquellos que lo perdieron con el desmantelamiento del seguro popular.
Después de once informes, tres de ellos obligatorios constitucionalmente, el mensaje del presidente sobre la situación del país no coincide, en buena parte, con los registros oficiales. Esto genera confusión entre la ciudadanía, descalifica la estadística profesional y neutra y puede abonar a la incertidumbre de los inversionistas. Ello no es deseable desde ningún punto de vista a excepción quizá de los intereses políticos de la administración.
México
Tal parece que la debilidad del ritmo de crecimiento que muestran recientemente algunos de los principales indicadores macroeconómicos, comienza a incidir en la opinión de consumidores y directivos empresariales.
De acuerdo con el reporte del INEGI, en agosto el indicador de confianza del consumidor registró una disminución mensual de 1.2 puntos, con lo que ya son dos meses consecutivos con bajas. Este comportamiento reflejó una disminución en todos los rubros de opinión que integran el indicador general. Resalta la baja de 1.7% tanto en la percepción sobre la situación actual de los hogares como en la percepción acerca de la situación de la economía en general en los próximos doce meses. La opinión acerca de la posibilidad de adquirir bienes duraderos cayó 1.2 puntos en el mes. Aunque en su comparación anual se aprecia que el indicador general de confianza del consumidor mantiene cifras positivas al reportar un avance de 7.5 puntos, su evolución muestra una tendencia descendente desde mayo, después del rebote de 10.2 puntos en abril al compararse con el nivel más bajo de 2020 como consecuencia de la pandemia. Asimismo, todos sus componentes reportaron variaciones anuales positivas.
Por su parte, la percepción empresarial también comienza a ser cautelosa. Durante agosto, el indicador de confianza empresarial del sector construcción disminuyó 2.5 puntos, su primera baja mensual en los últimos doce meses. El indicador del sector manufacturero disminuyó 0.1 puntos y el del sector comercio 0.8 puntos. Mo obstante, en su comparación anual los tres indicadores siguieron mostrando variaciones positivas, aunque mantienen una tendencia descendente en los últimos meses.
En este contexto, las expectativas de los especialistas en economía del sector privado también muestran un menor optimismo. De acuerdo con los resultados de la encuesta de expectativas del Banco de México de julio, el pronóstico promedio de crecimiento del PIB para el 2021 fue de 5.99% después de que en la encuesta de un mes antes la expectativa era de un avance de 6.06%. Para el 2022 el pronóstico de crecimiento fue de 2.81%, dos centésimas de punto porcentual menor a la expectativa previa. Para el 2023 no hubo cambio y el pronóstico se mantuvo en 2.21%.
Estados Unidos
El Departamento del Trabajo informó que durante agosto las nóminas no agrícolas aumentaron en 235 mil puestos de trabajo, cifra que, además de contrastar con el más de un millón de nuevos empleos del mes previo, estuvo muy por debajo de la estimación del mercado que anticipaba la creación de 750 mil nuevos puestos de trabajo. Con este comportamiento, el promedio de 3 meses para las nóminas no agrícolas totales disminuyó de 876 mil en julio a 750 mil en agosto. En el octavo mes del año las nóminas del sector privado aumentaron en 243 mil registros, después de que un mes antes aumentaran en 798 mil. El mercado anticipaba 650 mil trabajadores más en las nóminas del sector privado. De esta manera la tasa de desempleo de agosto fue del 5.2%, dos décimas de punto porcentual menor a la reportada un mes antes, pero en línea con el pronóstico del mercado. Algunas opiniones consideran que este comportamiento en el empleo pudo haber reflejado un efecto a corto plazo de la variante Delta del virus de Covid.
El Census Bureau señaló que durante julio el gasto en construcción aumentó 0.3%, superando tanto el avance de 0.1% del mes previo como el pronóstico del mercado, que anticipaba un avance de 0.2%. A su interior el gasto residencial se elevó 0.5%, mientras que el no residencial aumentó solo 0.1%. Por su parte el gasto total en construcción privada también tuvo un avance mensual de 0.3%, aunque en su caso, el gasto residencial creció 0.5%, mientras que el no residencial se redujo 0.2%. El gasto en construcción pública aumentó 0.7%, resaltando el aumento de 1.1% en el gasto residencial. El gasto no residencial se elevó 0.6%. Respecto a julio del año pasado el gasto total en construcción reportó un incremento de 9.0%. Los especialistas consideran que la fortaleza en el gasto en construcción residencial privada responde a la fuerte demanda impulsada por una escasa oferta de viviendas existentes a la venta.
Fuente: https://reportacero.com/reconoce-ceesp-salud-de-las-finanzas-publicas-y-niveles-prudentes-de-deficit-y-endeudamiento-publicos/