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La inflación fue un dolor de cabeza para tu bolsillo el año que terminó, y aunque la tendencia marca una desaceleración para los siguientes meses, es probable que siga en niveles lejanos al objetivo del Banco de México (Banxico), sobre todo por los precios de los alimentos y sectores energéticos.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor tocó en diciembre su nivel más alto en dos décadas, en 7.36%, mientras que el índice subyacente, es decir aquel que no incluye los productos más volátiles, se ubicó en 5.94%, también el dato la más elevado en 21 años, de acuerdo a datos del Inegi.
"La subyacente es la parte más interesante de seguir, y que puede generar presiones en precios en los próximos meses. Si continúa creciendo, la inflación general va a tardar en llegar al intervalo superior de Banco de México (4%)”, consideró Víctor Gómez Ayala, profesor de Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Los alimentos tuvieron un aumento de 8.11% en dicembre, un dato que a decir de Alejandro Saldaña, economista en jefe de Banco Ve por Más (BX+), es preocupante.
“Precios como el del maíz y el trigo encarecen la producción de carne y la producción de algunos de sus derivados”, comentó.
Además, el impacto climático -como sequías e inundaciones- pueden provocar alteraciones en los precios de productos agropecuarios en el año.
En el renglón de otros servicios, que incluye establecimientos de comida (preparada) y servicios turísticos y transporte aéreo, “la presión puede que continúe de manera más persistente. De ahí que Banxico, paulatinamente y por razones asociadas a la parta subyacente, ha ido retrasando el periodo en que espera esta convergencia a la meta de inflación”, dijo Gómez Ayala.
Los economistas dijeron que una buena noticia es que la combinación del avance de las vacunas con el desarrollo de tratamientos médicos para tratar el coronavirus parece ser efectiva.
Aunque de momento, el control de precios que el gobierno mexicano puso al gas LP resultó positivo para contener la inflación, no es una política adecuada para ayudar a la economía: “El daño que puedes generar es mucho más permanente en la economía y, por lo tanto, que los precios sean más altos en el mediano y largo plazo”, sostuvo Saldaña.
Además del precio de los energéticos y los alimentos, se vislumbran otros factores que pueden incidir para que la inflación se mantenga elevada.
Entre dichos elementos se encuentra el aumento de contagios a nivel mundial de coronavirus, lo que ha provocado que regresen medidas de distanciamiento social en algunos países y otras restricciones. Lo anterior se ha traducido en nuevos choques del lado de la oferta.
Otro factor a seguir de cerca, señaló Alejandro Saldaña, tiene que ver con el tipo de cambio, el cual se puede ver afectado por el retiro de los estímulos de la Fed, planeados para este año. “El proceso de normalización monetaria puede llevar a elementos de depreciación cambiaria en países emergentes” y con ello aumento de precios en productos intermedios, dijo.
El economista en jefe de BX+ dijo que el alza al salario mínimo, que lo ubica en 172.34 pesos en la mayor parte del país y de 260.34 en la frontera norte puede encarecer los costos de producción e impactar los precios finales.
Aunque la inflación general ha estado por arriba de la meta de Banxico desde marzo de 2021, los especialistas coinciden en que todavía no se puede hablar de un problema estructural.
“Para entenderlo de manera estructural, tendríamos que pensar en la permanencia de ciertas distorsiones que generen una nueva condición de la formación de precios, que ya no se pasajera, sino que llegue para quedarse”, dijo el profesor del ITAM, Víctor Gómez.
El índice de precios irá convergiendo hacia la meta de Banxico conforme se normalicen las cadenas de suministro y se termine con los cuellos de botella. “Cuando todo eso desaparezca y veamos cuál será el nivel de inflación en la economía mexicana, es cuando sabremos si efectivamente hay un problema estructural”, agregó.
Si las expectativas de inflación de mediano y largo plazo cambian al alza y se anclan en un nivel superior a la meta de Banco de México, se podrá hablar de un problema estructural, coincidieron Saldaña y Gómez.
Consideraron necesario que se establezca una política económica que genere mayor competitividad y competencia en el mercado; además de brindar mayor certidumbre, pues hay aspectos en los que el gobierno puede fomentar de manera positiva la formación de precios y, así, ayudar a que los precios no sigan subiendo.
Fuente: https://expansion.mx/economia/2022/01/10/presion-inflacion-alimentos-bebidas-2022