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La recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo fue de 7.1% anual en el 2021. Según el último reporte de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), los incrementos registrados desde 2019 “han incidido significativamente en el ingreso de las y los trabajadores y, por ende, en el indicador de pobreza laboral de la población ocupada”, asegura.
De acuerdo con el Informe mensual sobre el comportamiento de la economía, elaborado por la Dirección Técnica de la Conasami, “pese al avance de la inflación durante el año, de 7.36% anual, la recuperación del poder adquisitivo se mantuvo por arriba del incremento de los precios”.
El incremento al salario mínimo para este año fue de 22% tanto en el referente general como en el de Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN). De esta manera, las remuneraciones no podrán ser menores a 260 pesos diarios en las localidades fronterizas con Estados Unidos, ni más bajas a 172.82 pesos en la mayor parte del territorio nacional.
Según el reporte, Chetumal, la capital de Quintana Roo, es la ciudad donde hubo una mayor recuperación real del salario mínimo en 2021, con 9.4 por ciento. En segundo lugar se ubica Cancún, en esa misma entidad, con 8.7 por ciento. El año pasado, dicho estado, eminentemente turístico, recobró también el 84% de sus actividades de recreación después de la caída que sufrió por la pandemia de covid-19, según la Secretaría de Turismo estatal.
La ciudad de Coatzacoalcos, en Veracruz, tuvo una recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo del 8.4%, por lo que se ubica como la tercera localidad más beneficiada. Toluca, capital del Estado de México, y la Ciudad de México se encuentran en el cuarto y quinto lugar respectivamente con 8.0 por ciento. Todas están por encima del promedio nacional, que fue de 7.1 por ciento.
Fresnillo, Zacatecas (4.7%); Tijuana, Baja California (4.8%); Zacatecas, capital de dichaentidad (5.5%); Tlaxcala, Tlaxcala (5.6%), y Ciudad Jiménez, Chihuahua (5.8%) son las cinco localidades que reportaron menor recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo.
Los aumentos del salario mínimo a partir del 2019 han sido los más importantes en las últimas tres décadas. En diciembre de 2018, el Consejo de Representantes de la Conasami —integrado por la parte patronal, obrera y gobierno— acordó un incremento para el siguiente año de 16% para la mayor parte del país y del 100% para la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN).
El aumento para 2020 fue de 5% para la ZLFN y de 20% para el resto del país. El siguiente incremento, para 2021, se pactó luego de la llegada de la pandemia y de la crisis económica mundial, aun así se consiguió 15% más para ambas zonas.
De esa manera, los salarios mínimos vigentes durante el año pasado fueron de 213.39 en el norte y de 141.70 pesos en el resto del país. Pero tomando en cuenta la inflación, el poder real de compra de esas remuneraciones terminaron en 187 y 124 pesos para diciembre, según el informe de la Conasami.
Los salarios mínimos reales para ese mismo mes, pero de 2020, fueron de 174 y 116 pesos, para el norte y la mayor parte del país, respectivamente. Con ello, la recuperación anual en promedio fue de 7.1 por ciento.
Enero de 2021 fue el mes que los salarios mínimos tuvieron un mejor rendimiento. En ese momento, con una inflación general de 3.5% alcanzaron un valor real de 200 pesos en la frontera y 133 pesos en todo el país.
El reporte destaca que de 2010 a 2010 disminuyó el número de municipios con más de 80% de su población en situación de pobreza. En esa década se redujeron de 762 a 629 localidades, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“Una de las posibles explicaciones de la reducción de la pobreza es la Nueva Política de Salarios Mínimos que consiste en proponer aumentos sustanciales al salario mínimo de manera sostenida durante el sexenio. Esta política, que entró en vigor a partir del 2019, tiene como fin reducir la pobreza y desigualdad con la recuperación del salario mínimo”, detalla la Conasami.
El informe del organismo indica que el salario mínimo “cubrió en 121.7% el valor de la línea de pobreza por ingresos” que definió el Coneval para diciembre de 2021 en las zonas urbanas.
En 1992 se empezaron a calcular las líneas de pobreza por ingreso y desde ese año los resultados mostraron que el salario mínimo era insuficiente para cubrirlas. “Esto implicaba que, aunque una persona trabajara una jornada de trabajo completa y recibiera el salario mínimo, no era capaz de cubrir sus necesidades más elementales y por lo tanto se traducía en pobreza”.
Pero con el aumento de 2019, cuando el salario mínimo pasó de 88.36 a 176.72 pesos diarios en la ZLFN, y de 88.36 a 102.68 pesos diarios en el resto del país, “se alcanzó a cubrir por primera vez el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria”, sostiene la Conasami en el reporte.