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El financiamiento bancario en México se recuperó en abril, impulsado por una mayor demanda de créditos al consumo, ante la mejoría en la actividad económica y en el mercado laboral.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), la cartera vigente al sector privado avanzó 0.72 por ciento a tasa anual real, y esta fue su primera cifra positiva tras 20 meses en contracción.
El financiamiento al consumo creció 3.88 por ciento, su mayor alza en casi cinco años, desde mayo del 2017. En tarjetas de crédito el avance fue de 4.86 por ciento, el mayor desde diciembre de 2016.
En el financiamiento hipotecario la cartera también ganó ritmo y avanzó 3.41 por ciento, su mejor desempeño en ocho meses.
En tanto, el crédito para la actividad empresarial moderó su caída, a 1.22 por ciento, pero ligó 20 meses consecutivos a la baja.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, indicó que el crédito al consumo se ha visto impulsado por el regreso a la normalidad luego de casi dos años de pandemia, así como a la Semana Santa.
“En abril sí vimos que la gente salió a comprar cosas por la Semana Santa, principalmente. También salieron más de viaje por esta misma razón, por lo que el crédito al consumo destacó en el mes”, indicó.
En abril el monto operado con tarjetas de crédito en transporte aéreo aumentó 57.8 por ciento a tasa anual real, mientras que el operado en hoteles se elevó 41 por ciento, y 24.3 por ciento en restaurantes, según datos publicados por Banxico.
No obstante, O’Farrill señaló que las altas tasas de interés y la alta inflación podrían ocasionar que se modere el crédito al consumo hacia el cierre de año.
Alain Jaimes, analista económico de Signum Research, coincidió en que el buen ritmo mostrado en los créditos al consumo obedece al contexto de recuperación económica, así como a mejores datos a los esperados en el mercado laboral.
James Salazar, economista en jefe de CiBanco apuntó que la mejora en los créditos bancarios es fruto de la recuperación económica que se está viendo en el país.
Recordó que, al inicio de la pandemia los bancos limitaron el otorgamiento de créditos para evitar altas tasas de impagos.
“Estamos viendo una incipiente recuperación económica, y lo que termina dándose es que, las necesidades y requerimientos financieros después de los problemas que se observaron desde 2020 con la pandemia, empiezan a ser atendidos y empieza a recuperarse una parte del sector; en ese sentido esperaríamos que siga esta dinámica en la mayoría de los créditos”, destacó.
El especialista señaló que los créditos hipotecarios se han visto beneficiados desde el 2020 ya que la crisis sanitaria obligó a las personas a buscar nuevos espacios para vivir.
“En la cuestión hipotecaria se siguen teniendo atractivos niveles de tasas de interés y, adicionalmente se tiene la inercia del año pasado, donde se trabajó más desde casa que en oficinas (por la pandemia), lo que ocasionó un giro en la búsqueda de este tipo de créditos”, abundó Salazar.
En cuanto al crédito a empresas, Alain Jaimes señaló que continúa dando señales de cautela, lo que muestra que las condiciones de incertidumbre continúan vigentes, así como de aumentos generalizados en los costos de los créditos.
“La demanda de crédito por parte de las empresas se ha visto afectada negativamente por las débiles perspectivas de inversión y el riesgo/incertidumbre normativo y regulatorio. El aumento de la inflación y las tasas de interés y las perspectivas de crecimiento probablemente mantendrán moderado el crecimiento del crédito real a corto plazo”, señaló Alberto Ramos, economista en jefe para América Latina de Goldman Sachs.
Jacobo Rodríguez, director de análisis económico de BW Capital, dijo que es destacable el hecho que el aumento en el crédito bancario se ha presentado junto con la estabilidad de la cartera vencida, la cual se mantiene en niveles menores al 3.0 por ciento.
“Las expectativas respecto a la evolución del crédito bancario son positivas, aunque se enfrentan retos importantes en el corto plazo como es el aumento generalizado de los precios y el incremento de las tasas de interés”, dijo.
Añadió que además se tienen expectativas de desaceleración económica en Estados Unidos, lo que tendría un impacto negativo en la economía nacional y por lo tanto en las intenciones de solicitud de créditos.